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¡Shalom!


Es indispensable tener un corazón bueno y honesto porque es la única manera de emanar vida.

“El corazón del sabio hace prudente su boca, Y añade gracia a sus labios. Panal de miel son los dichos suaves; Suavidad al alma y medicina para los huesos.” Proverbios 16:23-24 RVR1960

Nuestras palabras reflejan quienes somos realmente. Cuando una persona nos habla, podemos oír y escuchar sus palabras, pero también si prestamos un poco más de atención, podremos escuchar su corazón. Cuando adquirimos sabiduría o entendimiento en nuestro corazón, estamos haciendo prudente o precavida nuestra boca porque nuestra manera de hablar será con mayor responsabilidad, lo cual traerá mayor libertad espiritual, debido a que muchas veces nos hacemos esclavos de nuestras palabras. Con la boca, a través de tus palabras, puedes acabar con la vida de una persona o puedes dar vida, puedes herir o traer sanidad, puedes animar o desanimar, puedes hacer que alguien se  levante o que se caiga, puedes ayudar a que tengan esperanza o traer desesperanza, puedes edificar o destruir, puedes hacer reír o hacer llorar, fortalecer o debilitar, entre muchas otras cosas más. Una persona sabia es incapaz de ocultar su sabiduría, se notará en su forma de hablar. Si tienes falta de sabiduría, dice la Palabra, que hay que pedírsela a Dios la cual nos dará sin reproche. Necesitamos que uses tus palabras para traer bendición y no maldición, se un instrumento de ayuda a todas las personas que conozcas empezando por tu familia. ¿Quieres ser grande delante de Dios y de los hombres? Es indispensable tener corazón bueno y honesto porque de él mana la vida.

Con aprecio y amor.  
Hernando y Mary Aparicio