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¡Shalom!


Cuando tú sirvas con amor a los demás,  los recursos de Dios empezarán a manifestarse a tu favor

"Cuando los diez oyeron esto, se enojaron contra los dos hermanos. Entonces Jesús, llamándolos, dijo: Sabéis que los gobernantes de las naciones se enseñorean de ellas, y los que son grandes ejercen sobre ellas potestad. Mas entre vosotros no será así, sino que el que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor, y el que quiera ser el primero entre vosotros será vuestro siervo;  como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos." S. Mateo 20:24-28

 

Muchas veces podemos pensar que nosotros somos las únicas personas en el mundo que estamos pasando por  una situación insostenible y seguro puedes sentirte así en la medida que no mires a tu alrededor y te des cuenta que  alguien te necesita. Quiero que sepas que cada persona que veas o esté cerca de ti, está peleando su propia batalla.

Cuando el “servir” a los demás está ausente en la vida de una persona, se pierden los mejores y más tiernos momentos de su vida, porque el “servir” trae un gozo que ninguna otra acción te puede dar. El extender la mano a otros, ya sea con una palabra de aliento para animarlo o dando de lo que Dios te bendice, sensibiliza tu corazón  porque para esto fuiste creado "para hacer bien a tus semejantes." Cuando sirves a Dios y a tu prójimo tus propios límites han sido derribados y lo harás en todo tiempo y no tienes que esperar a ver la desgracia de otros para servir y darte cuenta que eres más que bendecido porque estás cumpliendo el propósito de Dios. El verdadero servicio no es algo que nosotros hacemos para Dios, sino más bien algo que Dios hace por medio de nosotros. Cuando tú sirvas con amor a los demás,  los recursos divinos empezarán a manifestarse a tu favor  para suplir tu necesidad y la de tu prójimo.

¡¡¡Hoy tienes la oportunidad de añadir gozo a tu corazón mediante el servicio, porque el que sirve a Dios sirve a su prójimo, y el que sirve a su prójimo sirve a Dios!!!

Con aprecio y amor.  
Hernando y Mary Aparicio