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¡Shalom!


Pon tu mirada en la meta, no te des por vencido porque Dios tiene un buen futuro para ti y para quienes te rodean.

“Estoy seguro de que los sufrimientos por los que ahora pasamos no son nada, si los comparamos con la gloriosa vida que Dios nos dará junto a él.” Romanos 8:18 TLA

Esta Palabra nos alienta al recordar que no todo es sufrimiento en esta vida porque también seremos glorificados. Si no hubiera algo malo, no podríamos ver lo bueno. Pablo habla de los sufrimientos, pero también nos dice que la recompensa está por encima de todo sufrimiento vivido en esta tierra. Pon tus ojos también en la promesa del futuro que viene porque hay una gloria que se manifestará en nosotros. Tú decides lo que ves en la vida y debes descubrir que jamás serás fortalecido si pones atención a la debilidad y no te enfocas en la promesa. Recuerda, que para ver el día debemos pasar por la noche, para disfrutar del verano hay que sobrevivir el invierno, para cosechar primero debemos sembrar. En la vida hay momentos que se suma y se resta, es decir, momentos tristes y alegres. ¿Qué es lo que pesa más en ti? la alegría o la tristeza, el descanso o la aflicción, la provisión o la escasez, la salud o la enfermedad? Tú sabes el resultado. Tú no preguntas a Dios cuando algo bueno viene a tu vida, simplemente lo tomas y disfrutas, pero cuando vienen problemas o dificultades no te incomodes con Dios preguntando la razón por qué afrontas tal situación, ya que el mismo Hijo de Dios tuvo que enfrentarlos. La aflicción es momentánea y no se compara con la gloria venidera. Pon tu mirada en la meta, no te des por vencido porque Dios tiene un buen futuro para ti y para quienes te rodean.

Con aprecio y amor.  
Hernando y Mary Aparicio