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“Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.” Filipenses 3:13-14
El apóstol Pablo fue una persona que tenía claro el porqué Dios lo rescató de las tinieblas a su luz admirable. Entre tantos ejemplos dignos de imitar en la vida de los grandes hombres de Dios, aparte de la fe, obediencia y entrega, está la "PERSEVERANCIA" y esto tiene que ver con el hecho de "no dejar" nuestras metas, sueños y propósito a medio camino. Creo firmemente que la perseverancia es lo que refuerza tus bases y estructura para lograr y asegurar el cumplimiento de los anhelos de tu corazón; pero también creo que la razón de muchas derrotas y frustraciones en la vida del cristiano se debe a la retirada o abandono de todo aquello que un día empezó con fe, entusiasmo y expectativa.
Muchos conocen que hay que ser perseverantes para conseguir lo que perseguimos, pero pocos lo practican. Hay una expresión común que conocemos: "La continua gota labra la piedra". La gota del agua logra hacer un agujero en una piedra, no por la fuerza que contiene el agua sino por el goteo continuo en la roca, ¿Te das cuenta lo poderosa que es en sí la perseverancia?
¿Te imaginas si el ciego Bartimeo no hubiese insistido con Jesús? ¿Qué tal si él se hubiese callado cuando lo mandaron callar? La necesidad de Bartimeo por salir de la condición en la que estaba viviendo era más fuerte que los insultos que recibía. Hay situaciones en la vida que te van a impulsar a hacer algo fuera de lo común, pero por creerle a Dios y ser perseverante alcanzarás lo que pediste. Bartimeo insistió en dar voces a Jesús para que lo atendiera porque él sabía que en Jesús estaba el poder recibir la vista y el final de su mendicidad, por eso mientras los hombres se fastidiaban con el clamor del ciego Bartimeo, Jesús veía su fe y perseverancia.
Dios te hace un llamado a perseverar en su palabra, no importa cuán difícil sea la situación que estés viviendo, la Palabra de Dios traerá resurrección a tus sueños muertos, esa fe que te impulsa a perseverar traerá vida. Persevera en la oración, sigue creyendo en lo que Dios te ha prometido y verás cumplidos los anhelos de tu corazón.
Con aprecio y amor.
Hernando y Mary Aparicio