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“No quiero decir que ya haya logrado estas cosas ni que ya haya alcanzado la perfección; pero sigo adelante a fin de hacer mía esa perfección para la cual Cristo Jesús primeramente me hizo suyo. No, amados hermanos, no lo he logrado, pero me concentro únicamente en esto: olvido el pasado y fijo la mirada en lo que tengo por delante, y así avanzo hasta llegar al final de la carrera para recibir el premio celestial al cual Dios nos llama por medio de Cristo Jesús. Que todos los que son espiritualmente maduros estén de acuerdo en estas cosas. Si ustedes difieren en algún punto, estoy seguro de que Dios se lo hará entender; pero debemos aferrarnos al avance que ya hemos logrado.” Filipenses 3:12-16 NTV
Alejarse de Dios es la peor decisión que puede tomar un cristiano, puedes avanzar pero ya no en la dirección correcta. Es muy fácil alejarse de Dios, porque no requiere ningún esfuerzo, pero mantenerse en la dirección y el camino correcto es para valientes. Es muy probable que en algún momento del caminar cristiano, la mayor parte de los creyentes se enfriaron en su relación con Dios, afectando su vida espiritual trayendo como consecuencia dudas, temores, indiferencia y dureza de corazón. Descuidar la vida espiritual, es una de las causas principales del alejamiento de Dios. El autor a los Hebreos hace esta pregunta: "¿Cómo escaparemos nosotros, si descuidamos una salvación tan grande…?" Hebreos 2:3
La salvación es mucho más que una oración de arrepentimiento, la salvacion implica caminar en la dirección correcta, en integridad, fe, obediencia y puesto los ojos en Jesús. Piensa por un momento en una embarcación que se aleja del muelle, si el capitán se “duerme” o se descuida, con seguridad su nave se dirige a un desastre. Así pasa con un cristiano que se aleja del Señor, pierde el rumbo de su vida. Cuando nos "adormecemos" espiritualmente, comenzamos a descuidar las cosas que son importantes para seguir avanzando, bajamos la guardia y descuidamos el timón. Antes de que nos percatemos de lo que está sucediendo, acabamos naufragando. El apóstol Pablo dijo: “Ustedes corrían muy bien, ¿quién los convenció de no seguir corriendo por el camino verdadero? Eso no viene de Dios, quien los eligió.” Gálatas 5:7-8 PDT, en otras palabras quiso decir “Corrían bien pero ya no lo están haciendo, alguien les causó problemas”. Es seguro que en la carrera también hay un competidor que no quiere que corramos bien, y si es posible, que no la corramos y lo que es peor sacarnos de la carrera. “...Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar” 1 Pedro 5:7-8
¿Cómo debemos correr la carrera Cristiana?
“¿Acaso hay algo que pueda separarnos del amor de Cristo? ¿Será que él ya no nos ama si tenemos problemas o aflicciones, si somos perseguidos o pasamos hambre o estamos en la miseria o en peligro o bajo amenaza de muerte? Y estoy convencido de que nada podrá jamás separarnos del amor de Dios. Ni la muerte ni la vida, ni ángeles ni demonios, ni nuestros temores de hoy ni nuestras preocupaciones de mañana. Ni siquiera los poderes del infierno pueden separarnos del amor de Dios. Ningún poder en las alturas ni en las profundidades, de hecho, nada en toda la creación podrá jamás separarnos del amor de Dios, que está revelado en Cristo Jesús nuestro Señor.” Romanos 8:35, 38-39 NTV
¡Tú has puesto tu mano en el arado, Cristo te encontró y ya no hay vuelta atrás pase lo que pase, si has tropezado y has caído Él te levanta y juntos seguirán avanzando hasta llegar a la meta porque eres un valiente pero en las manos de Dios!

Los amamos
Hernando y Mary Aparicio
Con aprecio y amor.
Hernando y Mary Aparicio