¿Quieres leer con música?

Dale Play

¡Shalom!


HOY, cree que Dios te sacará de la adversidad en que te encuentras y te levantará a lo más alto.

“Con paciencia esperé que el SEÑOR me ayudara, y él se fijó en mí y oyó mi clamor. Me sacó del foso de desesperación, del lodo y del fango. Puso mis pies sobre suelo firme y a medida que yo caminaba, me estabilizó.” Salmos 40:1-2 NTV

 

¿Cómo entender que, de un momento a otro, casi al instante puedes cambiar de la alegría a la tristeza, de la tranquilidad a la desesperación, de la fe a la duda, de la abundancia a la escasez, de la salud a la enfermedad, de la vida a la muerte? Recuerdas a David, todo estaba bien, había vencido al gigante Goliat y el pueblo celebraba la victoria, el joven David se sentía contento de haber sido instrumento de liberación para su pueblo, pero todo cambió porque luego lo vemos huyendo para salvar su vida porque el rey Saúl, movido por lo celos y la envidia, lo buscaba para matarlo.  No podemos pasar por alto la vida de Job porque también de un momento a otro su vida y estado cambió porque perdió bienes, familia y encima su cuerpo enfermo. Pedro tampoco fue la excepción porque segundos antes estaba caminando con confianza por la superficie del mar con alegría sin igual y de pronto empezó a hundirse pasando inmediatamente a la más profunda desesperación. Me pregunto ¿Solamente ellos y otros más pasaron esos momentos de cambios repentinos donde la tristeza desplazaba la alegría, donde el temor desplazaba la valentía, donde la duda desplazaba la fe y donde la muerte pretendía desplazar la vida? ¿No será que tú también ahora mismo estás pasando una situación similar donde todo cambió repentinamente y estás sumido en la desesperación sin saber qué hacer? 

En los casos mencionados anteriormente ¿Cómo salieron ellos de todo esto? ¿Cómo pasaron otra vez a un estado de ánimo favorable? Aunque fueron diferentes personas con diferentes situaciones, pero con las mismas angustias producidas por hechos repentinos, pues la ayuda vino de la misma persona: Nuestro Dios y Señor.

David declaró: “Mi socorro viene de Jehová, Que hizo los cielos y la tierra.” Salmos 121:2

Job reconoce que Dios es el único que puede sacarle de ese tiempo de aflicción: “Y quitó Jehová la aflicción de Job, cuando él hubo orado por sus amigos; y aumentó al doble todas las cosas que habían sido de Job.” Job 42:10

Pedro clamó a Jesús por salvación: “Pero al ver el fuerte viento, tuvo miedo; y comenzando a hundirse, dio voces, diciendo: ¡Señor, sálvame!” S. Mateo 14:30 

Para este momento que estás viviendo solo tienes la única salida que cambiará tu tristeza en gozo: Jesucristo nuestro Señor y salvador. David, Job, Pedro y otros ya no están, pero EL MISMO DIOS quien los salvó, los ayudó y los sacó de toda situación adversa te ayudará HOY, te sacará del hoyo en que te encuentras y te levantará. ¡Yo lo creo, y este día será testigo de que ¡Dios lo hará otra vez!

Con aprecio y amor.  
Hernando y Mary Aparicio