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¡Shalom!


Si le eres fiel a Dios y le crees, el te devolverá mucho más de lo que has perdido

“Cuando David y sus hombres vinieron a Siclag al tercer día, los de Amalec habían invadido el Neguev y a Siclag, y habían asolado a Siclag y le habían prendido fuego. Y se habían llevado cautivas a las mujeres y a todos los que estaban allí, desde el menor hasta el mayor; pero a nadie habían dado muerte, sino se los habían llevado al seguir su camino. Vino, pues, David con los suyos a la ciudad, y he aquí que estaba quemada, y sus mujeres y sus hijos e hijas habían sido llevados cautivos. Entonces David y la gente que con él estaba alzaron su voz y lloraron, hasta que les faltaron las fuerzas para llorar. Y David se angustió mucho, porque el pueblo hablaba de apedrearlo, pues todo el pueblo estaba en amargura de alma, cada uno por sus hijos y por sus hijas; más David se fortaleció en Jehová su Dios.” 1 Samuel 30:1-4, 6

David en un determinado momento de su vida experimentó pérdida de bienes y hasta de su familia, David es un ejemplo de alguien a quien Dios le devolvió todo lo que había perdido. Un día ante la ausencia de David y sus guerreros vinieron los Amalecitas y saquearon la ciudad de Siclag, que era la ciudad donde vivía David y sus hombres de batalla y se llevaron todo, incluso a sus familias, y encima quemaron la ciudad. Cuando David regresa a la ciudad, después de tres días, encontró un cuadro desolador por lo que lloraron los Israelitas sin esperanza y hubo hasta deseos de matar a David porque creían que él era el culpable, pero ante esta situación de tanto dolor, tristeza y pérdida David hizo lo correcto “Se fortaleció en el Señor”

Que importante es aprender este principio, fortalecerse en el Señor y no en las personas. De las personas mayormente vas a encontrar reproches que te van a hundir más y difícilmente vas a salir adelante. Cuando una persona pasa por un momento de debilidad espiritual lo que más necesita es levantarse para avanzar, necesita una mano amiga para ser ayudado y volver a caminar, necesita que alguien vende sus heridas, necesita fortaleza en su debilidad y todo esto lo encuentras en una sola persona: Jesucristo Nuestro Señor. Yo sé que duele perder un empleo, una casa, una familia, un negocio, pero todo tiene un límite. Este es el tiempo donde la aflicción por las diferentes pérdidas ha llegado a su límite y donde el tiempo de restitución se hace realidad. Dice la Palabra que David al final recuperó todo lo que el ejército enemigo se había llevado y encima le fue añadido más de lo que le quitaron porque el botín del enemigo invasor fue a parar en manos de David y de su pueblo afectado. “Y no les faltó cosa alguna, chica ni grande, así de hijos como de hijas, del robo, y de todas las cosas que les habían tomado; todo lo recuperó David. Tomó también David todas las ovejas y el ganado mayor; y trayéndolo todo delante, decían: Éste es el botín de David.” 1 Samuel 30:19-20

Tu aflicción tiene límite porque el tiempo de restitución ha llegado para cambiar tu lamento en gozo, tu tristeza en alegría. Ya no es tiempo de lamentarse, ni de llorar es tiempo de la restitución. Si le eres fiel a Dios y le crees, nada de lo perdido quedará en manos del enemigo, se te devolverá lo perdido y encima te será añadido. ¡Gloria a Dios!

 

Con aprecio y amor.  
Hernando y Mary Aparicio