¿Quieres leer con música?

Dale Play

¡Shalom!


Recuerda que Papá Dios jamás permitirá que te hundas, solamente debes confiar en Él

Para que un cristiano esté siempre confiado en el Señor y no por temporadas, es porque su corazón ha sido probado de muchas maneras y ha salido victorioso, producto de su convicción que Dios nunca se quedó con los brazos cruzados, y al final siempre experimentó la mano de DIOS a su favor.

Confiar en Dios no es algo tan simple, no basta decir "Yo confío en Dios" y ya está, esa expresión "Yo confío en Dios" tiene que ser como consecuencia de las mil batallas que has librado y has reconocido por experiencia propia que con Jesús has podido llegar hasta esta parte de tu vida.

El apóstol Pablo dijo: "Por eso estoy sufriendo aquí, en prisión; pero no me avergüenzo de ello, porque yo sé en quién he puesto mi confianza y estoy seguro de que él es capaz de guardar lo que le he confiado hasta el día de su regreso" 2 Timoteo 1:12 NTV

Tu confianza en Dios HOY es la garantía de tu confianza MAÑANA, porque Dios es el mismo ayer, HOY y siempre, dicho de otra manera, todas tus luchas están garantizadas que siempre al final gozarás por la victoria que sabes que Dios te dará. No es fácil llegar a este nivel de confianza en Dios, porque cuando la lucha se vuelve intensa, muchas veces, el temor y la duda se agigantan de tal manera que puedes tirar la toalla.  

Debemos confiar como "niños" que DIOS no fallará, aun cuando la tormenta ruga a tu alrededor, siempre estarás seguro en Él. "Los que confían en el Señor están seguros como el monte Sion; no serán vencidos, sino que permanecerán para siempre. Así como las montañas rodean a Jerusalén, así rodea el Señor a su pueblo, ahora y siempre" Salmo 125:1-2 NTV

"No tengas miedo, porque yo estoy contigo; no te desalientes, porque yo soy tu Dios. Te daré fuerzas y te ayudaré; te sostendré con mi mano derecha victoriosa"
Isaías 41:10 NTV

"Solamente pon tu confianza en Dios, porque Él te hará sentir seguro y confiado, Papá Dios no dejará que te hundas"

 

Con aprecio y amor.  
Hernando y Mary Aparicio